Salidas de Pesca: 2012

La Costa de Almería es de las más ricas y menos castigadas de la peninsula, en lo que a la pesca deportiva se refiere. Alrededor de Cabo de Gata en el Mar de Alborán y en las aguas delante de Mojácar, Carboneras y Garrucha, por ejemplo, la pesca es muy prometedora y llena de sorpresas. A continuación va un fantástico texto sobre la pesca en Almería escrito por Nacho Torner. Varios son los factores que hacen que un determinado lugar sea apropiado para la pesca o no lo sea. Los más importantes, que no los únicos, podemos decir que son las corrientes y los vientos, la composición de su fondo, la profundidad, la densidad demográfica y portuaria, la presión pesquera y la claridad de sus aguas. Si una zona determinada tiene a su favor 3 o 4 de estos factores podremos afirmar que será un lugar adecuado y bueno para la pesca, tanto deportiva como profesional. Ahora bien si todos los factores mencionados son positivos en un lugar concreto, podremos decir que esa zona sera sin duda alguna un lugar privilegiado para la pesca. Esto es lo que ocurre con la Costa de Almería, y más concretamente con la costa este, comprendida ente el Cabo de Gata y la divisoria comarcal con Murcia. Si analizamos los seis factores mencionados en relación a la costa este de Almería, vemos que en primer lugar las corrientes marinas de esta zona están favorecidas por la unión de dos mares, el de Alborán y el Mediterráneo. Así, las corrientes superficiales del mar de Alborán fluyen hacia el este, aportando agua atlántica al Mediterráneo. Al mismo tiempo las corrientes submarinas fluyen hacia el Oeste, llevando las aguas mediterráneas, más calientes y saladas, hacia el Atlántico. A ello hay que añadir el efecto superficial de los vientos en esta zona, que al nivel de la superficie marina, son dominantes de Este a Oeste (conocido como "Levante"). Todo este conjunto de corrientes que pasan por el Cabo de Gata como en ningún otro lugar de la península, es el encargado de aportar una gran cantidad de vida a todos los alrededores de este cabo, en forma de nutrientes, microorganismos, e incluso pequeños peces pasto, etc, que da lugar a una riqueza faunística muy específica de la zona. Además si observamos cualquier mapa de la península con las líneas batimétricas bien definidas, veremos que la costa de Almería presenta una considerable profundidad a muy poca distancia de la costa. De hecho desde Cabo de Gata hasta Murcia, la costa que encontramos, es la que gana mayor profundidad a pocas millas de distancia, en toda la península junto con el Estrecho de Gibraltar. Si además esta zona presenta un perfil con abundantes acantilados con una notable continuación bajo el agua, con variedad de fondos, como grutas, cuevas, abundantes praderas de posidonia, cascajo o lastras (como aquí llaman a las pequeñas rocas aisladas o agrupadas) no es de extrañar que estemos hablando de uno de los fondos marinos más bellos y mejor conservados del mediterráneo. Cabe también destacar que el Parque Natural del Cabo de Gata, con sus 12.000 hectáreas (que alcanza una distancia de 1 milla de la costa, como límite para practicar la pesca) y sus más de mil especies entre flora y fauna, hacen que en conjunto, dados los aspectos geológicos de vulcanismo, se pueda hablar de un biotopo marino de primer orden, paraíso para el buceo contemplativo y fotográfico, que presenta unas aguas limpias y cristalinas con una visibilidad que normalmente rondan los 25 metros de profundidad, debido también al potente sol andaluz y la consiguiente luminosidad de la zona. Por ultimo, otros dos factores que hacen de esta zona un lugar privilegiado para la pesca, son la escasa densidad demográfica de la costa (si exceptuamos la época turística estival) y la todavía poca presión pesquera tanto deportiva como profesional, ya que en esta franja de costa, entre Cabo de Gata y Pulpí, tan solo encontramos 4 puertos pesqueros o deportivos. Estos son, C. N. San José, en el Parque Natural de Cabo de Gata, Puerto deportivo de Carboneras, Puerto deportivo de Garrucha y Puerto deportivo de Villaricos, antes de llegar a Murcia. Todos ellos, puertos con menos de 250 amarres cada uno y menos de 700 amarres en total, para una franja costera de algo más de 100 kilómetros. Una vez más, si lo comparamos con otras partes del territorio nacional, donde en menos de 50 kilómetros de costa, existen media docena de puertos con unos 700 amarres cada uno y un total de 4.200 amarres, veremos que realmente en esta Costa de Almería, estamos ante lugar que cumple todos los requisitos para ser un paraiso en la práctica de la pesca deportiva. Tipo de fondo Como hemos comentado, nos encontramos ante un fondo que gana profundidad de una manera brusca, sobre todo en la zona del Cabo Gata y Macenas coincidiendo con las profundidades más inmensas del litoral, donde navegando un par de millas nos situamos en grandes fondos, llegando a alcanzar cientos de metros con una batimetría irregular atravesada por varios cañones submarinos, entre los que destaca el situado frente al puerto de Garrucha, que aproxima las grandes profundidades a la costa. En cambio en el golfo de Almería, Roquetas o la Punta del Sabinar, el desnivel, aún siendo importante, es menos pronunciado y abrupto. Los fondos en la mayoría de los casos, están compuestos en los primeros metros de costa por arena. Una arena gruesa al principio, que va convirtiéndose en fina a medida que ganamos profundidad y asentándose en un fondo limoso con una rica fauna camuflada entre los sedimentos. Aquí, moluscos bivalvos como las coquinas, chirlas, etc, gasterópodos como la cañailla y cefalópodos, como la jibia, el pulpo e incluso el calamar serán los habitantes más habituales, junto al codiciado galán (conocido en otras zonas como lorito o raor), muy típico y abundante. Después, entremezclándose con las praderas de posidonia oceánica, que abundan en estas aguas, ya sobre los 20- 30 metros de profundidad y coincidiendo con las primeras lastras y pequeñas barras rocosas, encontraremos erizos y otros equinodermos, como la estrella de arena y crustáceos variados de tipo cangrejo y un sinfín de peces como el salmonete, la herrera, el tordo, etc. Y seguidamente el fondo más interesante; rocas, grietas, lastras, cascajo, una rica variedad de para el reino animal y vegetal. Primero a poca profundidad y a menos de una 1 milla de la costa, con abundantes algas, esponjas, anémonas, anélidos, moluscos, erizos y estrellas, y peces como todos los pequeños espáridos y serránidos, y otros como peces ballesta, congrios o morenas. Después y a mayor profundidad, a todavía escasa dos millas de la costa el verdadero lugar privilegiado para la pesca deportiva, un fondo rocoso, de cascajo y lastras, donde especies codiciadas como el mero, la sama, el dentón, el falso abadejo o el gallopedro (como llaman aquí al pez de San Pedro), serán los reyes del lugar, antes de encontrar a unas 6 millas de la costa la bajada hacia las profundidades, donde primero los borazos (besugos) sobre los 200 metros y luego los túnidos mayores (ya a más de 1.000 metros de sonda) tienen su paso año tras año. Antes, entre estas dos sondas, encontraremos faenando a los barcos de arrastre, en busca de la famosa gamba de Garrucha, que realmente no solo es de garrucha ya que es capturada igualmente frente a la costa de Carboneras y el Cabo Gata. Excelentes caladeros para la pesca A lo largo del litoral almeriense encontramos varios caladeros de pesca profesional donde las embarcaciones, debido a lo escarpado de sus fondos, pescan fundamentalmente con trasmallos y palangres, ambos adecuados a diferentes especies, ante la dificultad que representa la práctica del arrastre por estos desiguales y duros fondos. Ante este tentador panorama, las embarcaciones deportivas, por pequeñas que sean, acceden fácilmente a estos profundos caladeros situados relativamente cerca de la costa, donde la práctica de la pesca al chambel (también conocida como pesca a la deriva o fondal), el jigging y la pesca con cebo vivo, serán las que nos proporcionarán mejores resultados. Así, y de oeste a este, podemos mencionar lugares o fondos (secos como aquí se llaman) conocidos y famosos por los pescadores deportivos de la zona, como son: el seco de los olivos frente a la costa de Roquetas, el Marroal frente a la bahía de Almería, el seco del Cabo Gata, que como su nombre indica se ubica frente al faro de Cabo Gata, donde no hace mucho, antes de la veda, se capturaban atunes a la deriva, el seco la Polacra frente a San Jose, donde encontramos buenos borazos, sables, merluzas y gallinetas, el seco del Camino, el seco de afuera, este más alejado, y la famosa playa de los Muertos, zona de cascajos y lastras, excelente lugar par grandes samas, frente a la costa de Carboneras; finalmente y acabando por la costa de levante, el seco de Macenas frente a las aguas de Mojácar, antes de llegar a Garrucha, donde el relieve marino varia a pocos minutos de la salida del puerto, proporcionando unos excelentes fondos para la pesca en todas sus modalidades, en los alrededores de las desembocaduras de los rios Alias y Aguas y los canales submarinos de la rambla del Grajo y la rambla de Macenas. Pesca en Almería Ante estos fondos tan ricos y profundos, podemos asegurar que todas las modalidades que se practiquen en la Costa de Almería, si se llevan a cabo con un poco de destreza y en la época adecuada, serán sinónimo de jornadas exitosas. Aquí, realmente se realizan todas las técnicas de pesca habituales en nuestro mar Mediterráneo; el curricán de altura y el brumeo en busca de atunes y albacoras, cuando se permite, destacando los alrededores del Cabo de Gata como lugar principal, por coincidir con la zona de paso de todos los túnidos. La pesca de fondo con chanvel, seguramente la más arraigada y clásica de todas, llevándose a cabo preferiblemente en los secos mencionados anteriormente, bien sea en busca de pajeles, serranos, gallos, ballestas (especie muy abundante en la bahía de Almería y habitual en las pesqueras a fondo de esta zona del litoral), chopas y pargos en las primeras millas de costa, o bien pescando a mayor profundidad en busca de borazos, gallinetas, merluzas, sables y alguna cherna. La clásica pesca al alba y a la hora prima en busca de calamares, siempre cerca de la costa sobre arenales, pequeñas lastras y praderas marinas, cuando a principio de otoño entran por la costa de Almería. También podemos mencionar el curricán de fondo y el costero, el primero con artificial o natural, con el dentón y la serviola como presa más habitual, eso si, siempre que se conozca a la perfección el escarpado fondo de la zona y se pesque a la velocidad adecuada sobre los cantiles más pronunciados que esta costa nos ofrece, y el segundo enfocado a unas capturas más de temporada estival y otoñal como bonitos, melvas, caballas, anjovas y para los más expertos alguna buena lubina cerca de los rompientes de las zonas costeras más recónditas. Pesca en Barcelona. Pero por encima de todas las técnicas de pesca y de todas las especies que se capturan, destacaremos a dos modalidades. La primera, la pesca del galán (lorito o raor) por ser típica sin excepción en toda la Costa de Almería, y la segunda, la pesca a la deriva con cebo vivo, por ser un autentico boom en los últimos años, a tenor de los espectaculares resultados obtenidos. La pesca del galán en Almería está muy arraigada al tratarse de una especie abundante y muy apreciada gastronómicamente, al igual que sucede en las Islas Baleares y Cataluña. Los montajes aquí suelen ser sobre un bajo montado con nylon de 0,40 mm. a lo sumo con dos, tres o incluso cuatro anzuelos del nº10 o 12, empatillados con un hilo de 0.22 mm. La boca de estos peces es bastante pequeña y los anzuelos deben ser así de pequeños y el terminal tan fino, pues pescando a poco fondo, montar un anzuelo mayor y una línea más gruesa es sinónimo de pescar pocos galanes. Es sabido, por todos los que se consideren buenos pescadores de galanes, que este pequeño lábrido come casi exclusivamente enganchado al fondo arenoso, de hecho permanece en ocasiones enterrado en él, por ejemplo cuando se siente amenazado. Por este motivo en puertos con clara tradición pesquera de galanes, como Carboneras o Garrucha, donde su pesca es como un ritual, los viejos pescadores usan las denominadas “arrastreras”. Estos consisten en un alambre romboide del que pende un plomo y sale un brazo de unos 30 cm, que se une al terminal de varios anzuelos, permitiendo así, que todos los anzuelos se arrastren literalmente por el fondo, y no solo el último en un clásico terminal. Quienes los han usado aseguran que pesca mucho más. Por último cabe decir en relación a los cebos que en esta zona se tiene, como en otras muchas, una predilección especial por el gambuzín fresco (quisquilla o camarón), un cebo muy efectivo para los galanes, de fácil conservación y que además nos permite usarlo también con otras especies como son casi todos los espáridos y lábridos. La pesca con cebo vivo es sin duda la madre de todas las batallas, olvidada ya hace muchos años por los pescadores de la costa este de Almería (Carboneras, Garrucha, Mojácar, San José y Villaricos) ha resurgido con capturas impactantes de ejemplares que hacía muchos años que no se capturaban. Meros, samas, dentones, abadejos y serviolas de grandes pesos han convulsionado esta zona de Almería. Y es que las grandes samas, que hace unos años solo se capturaban en los alrededores del Estrecho, ahora y siguiendo las corrientes marinas, se capturan en los fondos de Cabo de Gata y los puertos próximos a él, donde las profundidades rocosas y los cañones submarinos se acercan mucho a la escarpada costa. Además la aparición del jigging con sus ligeras pero potentes cañas de carbono ha favorecido a que en estos pueblos pescadores, donde se practicaba generalmente una pesca muy tradicional, ahora se pesque con equipos que permiten pescar en unas condiciones que hasta hace poco eran impensables y con un material mas fino y menos visible. De esta modo, la sepia se ha convertido en el cebo principal para tentar a las grandes samas y a otros grandes depredadores, sin descartar otros cebos. Conseguirla, suele ser el mayor problema, ya que pescarla no siempre es posible debido a que se trata de una especie de temporada y tremendamente querenciosa y caprichosa según el día. Así que estar en contacto con un pescador profesional que te las suministre en buen estado, es lo más práctico. De todas formas, la dificultad que representa el obtenerlas y mantenerlas vivas unos cuantos días, es un aliciente añadido para triunfar en una pesca difícil y compleja. Aún así, no solo se comienza a pescar con intensidad con cebo vivo, sino que también el jigging extremo se realiza con gran aceptación y éxito, eso sí, siempre que uno esté en una excelente forma física. Sobre el equipo no caben medias tintas; imprescindible los mejores carretes de jigging y las mejores cañas (preferiblemente cortas) del mejor carbono. Siempre cargadas con dynema de primeras marcas de mínimo 60 libras, empalmadas con bajos de fluorocarbono de 70 libras, finalizando con un par de anzuelos entre un 6/0 y un 10/0, pues hablamos de bocas que nos cabría el puño dentro y pretendemos capturar coloso de 10 o 20 kilos por norma general, a los que no podemos dar ni un respiro si no queremos perderlos uno tras otro. Finalmente y más importante, debemos conocer donde suelen tener sus pasos las grandes samas, cuando aprovechar las corrientes submarinas y en que desnivel debemos bajar a nuestra sepia para que sea atacada bruscamente por los depredadores. Pero esto, es un secreto que cada pescador de Almería guarda receloso para su próxima salida de pesca, y dificilmente nos lo desvelará.

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